Cuando se trata de la vida prenatal, algunas personas juzgan sólo las apariencias, y tontamente creen que abortar “sólo” elimina la vida de un embrión o feto, que hay quienes llaman injustamente “amasijo de células o tejidos”.
Pero no es así: al abortar, no “sólo” eliminas la vida de ese embrión (que es muchísimo):