Por José Javier Esparza
El obispo de Alcalá, Monseñor Reig Pla, alerta del “feminismo reduccionista” que acaba infravalorando a la mujer.
Encuentro de DALAVIDA en la Casa de Campo de Madrid.
Con una reivindicacion de la mujer, representada por Maria como madre de Dios, el obispo de Alcala, Juan Antonio Reig, ha abierto en la tarde del sábado el encuentro DALAVIDA en la Casa de Campo de Madrid en el marco de la Semana de la Vida que la Iglesia celebra anualmente.
La batalla científica y racional por la vida esta sobradamente ganada -explico Monsenor Reig-, y ahora se trata de ganar la batalla en los corazones".
Las legislaciones contra la vida no son ya producto de convicciones ideológicas o científicas, sino fruto de la dureza de corazón de los seres humanos. A este respecto Reig subrayo el papel determinante de la mujer en este combate: "es Maria -recordó- quien pisa la cabeza de la serpiente".
El encuentro DALAVIDA reúne este fin de semana, bajo el paraguas de la comisión episcopal de la Familia, a un nutrido grupo de asociaciones, grupos y plataformas católicos con el propósito de celebrar el derecho a la vida y la dignidad de todo ser humano.
Después de recorrer la treintena de stands que conforman la Feria de la Vida -instituciones eclesiales que realizan su actividad en el marco de la pastoral familiar y provida- el obispo complutense se ha dirigido a los asistentes y les ha animado a pedir al Señor que quite la “dureza de corazón de quienes promueven leyes indignas contra la vida humana, de quienes las sostienen y de quienes hancen negocio con la muerte”.
La batalla entre la vida y la muerte
Porque, ha explicado Reig Pla, “ya no se trata de dar agumentos a favor de la vida. Están todos dados. No hay ningún argumento para justificar la destrucción de la vida humana” y, por eso, la empresa ahora es “ganar los corazones. La batalla entre la vida y la muerte ya no se decide con argumentos sino en los corazones”.