De verdad que a veces me pregunto si somos tontos o nos hacemos los tontos, a veces me inclino por lo segundo y otras por lo primero. Basta que desde el Nuevo Orden Mundial promuevan una causa, salga en los periódicos, se pongan un lacito y un hashtag #todossomosfulanito para que la Iglesia, que a solidaria no la gana nadie se una al mismo con fervor sin hacer la mas mínima critica o indagación de quien es ese fulanito que se supone que somos todos y que intereses están detrás de dicha causa. Hay que amar mucho a la Iglesia, ahora más.
¡Ahora todos contra el racismo, como no! ¿Que causa más justa verdad? ¿Pero el racismo de quien y como? Resulta que en Libia hay venta de esclavos, se sabe, pero no he visto a nadie clamar por eso, que, seguro que los hay y seguro que son religiosos, pero no se les da publicidad. En Libia son musulmanes, pero como el islam es una religión de paz pues acabáramos. En Estados Unidos no hay racismo institucional, luego fulanito o menganito, serán racistas, habrá blancos que odien a los negros y habrá negros que odien a los blancos, pero son tan poco racistas que el anterior presidente de los Estados Unidos, Obama, era negro y que en las películas americanas cuando se representa a Dios sale Morgan Freedman, que también es negro, entonces que no me cuenten que existe racismo porque no lo hay. No quiero aburrir con cifras, pero el porcentaje de negros que matan a blancos es infinitamente mayor que de blancos a negros.
El tal George, que en paz descanse, era un criminal que se estaba resistiendo a la autoridad, lo cual, obviamente no justifica la brutalidad policial, ni muchísimo menos, pero la brutalidad policial no implica racismo. El policía se excedió con fatal resultado porque era un criminal que se resistía, no porque era negro, puesto que lo mismo ha ocurrido muchas veces con blancos, lo cual está igual de mal, ni peor ni mejor, solo que no hay protestas. Esto me recuerda a que cuando alguien critica a una ministra de izquierda es siempre porque es machista, nunca porque tenga razones objetivas para cuestionar determinada decisión.
Lo que hay detrás de las protestas es evidente, más que evidente. El tema es siempre el mismo, buscar la lucha “opresor-oprimido” “mayorías-minorías”. Por esto se busca la confrontación de negros y blancos como se busca la de hombres y mujeres. Resulta familiar ¿verdad? Se llama marxismo cultural y esta detrás de la ideología de la izquierda radical sospechosamente financiada por el gran capital. Y esto cerca de la campaña presidencial y en contra del siempre malvado Trump, blanco y en botella.
Hay un famoso video de una mujer negra que argumenta que ella no esta oprimida, que hace lo que quiere y que no intenten convencer a los negros que están oprimidos porque no lo están. Me recordó mucho a las feministas intentando convencernos de que estamos oprimidas, pero es que no lo estamos.
Hay algo en lo que si que estamos oprimidos, las mujeres y los negros, aunque también obviamente los varones y los blancos y resulta que justo es a causa de la ideología de nuestros “supuestos liberadores”.
Resulta que estos supuestos liberadores, los mismos que se manifiestan indignados con George Floyd, los mismos que claman en las manifestaciones feministas jurando que el machismo mata más que el coronavirus, los mismos que acusan de fascistas a todo aquel que no se ajuste a lo políticamente correcto nos han traído el arma más destructiva de la historia de la humanidad : revolución sexual, anticoncepción y aborto. Y todo para liberarnos, claro.
¿Quieren racismo? El aborto es muy racista, vamos con cifras. Los afroamericanos son el 12,8% de la población y sin embargo contabilizan el 36% de los abortos que se practican en Estados Unidos. En Nueva York, la proporción crece hasta el 50%. Un embrión 'negro' tiene tres veces más posibilidades de ser 'abortado' que un embrión 'blanco', según datos de Life Always.
¿Quieren machismo? El aborto es muy machista, vamos con cifras. Solo un ejemplo, en India faltan 63 millones de mujeres porque las familias interrumpen el embarazo cuando saben que esperan a una niña
Solo hay un libertador, Jesucristo, y solo hay una verdad, Jesucristo. Todos estos son falsos profetas que buscan nuestra perdición. Necesitamos pastores que nos adviertan del peligro, que nos guíen y que nos confirmen en la fe. Para ponerse el lacito ya están otros.