Dios de toda vida,
Ayúdanos a valorar el gran don que es la vida humana
formada a tu imagen, reflejo de tu santidad.
Ayúdanos a reconocerte
en todos los que has creado:
niños todavía no nacidos,
familias afectadas por la pobreza y la guerra,
personas de habilidades diferentes,
personas de otras tierras, y
todos los que son víctimas del odio y el racismo.