Gabriella Gambino: “el Magisterio de Juan Pablo II es un himno a la vida”

La Subsecretaria del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida invita a decir “sí” a la vocación de la familia, recordando las palabras del Papa Juan Pablo II, con las que siempre ha querido ayudar a los jóvenes a descubrir la belleza y la grandeza de la vocación del amor.
 

Mireia Bonilla – Ciudad del Vaticano

El centenario del nacimiento de San Juan Pablo II se sitúa en un momento del año muy especial: a pocos días después de la Jornada Internacional de la Familia (celebrada por las Naciones Unidas) y en el mes de mayo dedicado a María que, en la exhortación Familiaris Consortio, San Juan Pablo II proclamó “Madre de la Iglesia doméstica”.

Instituyó los Encuentros Mundiales de las Familias

Su legado es inmenso, especialmente en el campo de “la familia”. Una de sus iniciativas más enriquecedoras fue sin duda la creación del Encuentro Mundial de las Familias. “En 1993 tuvo la extraordinaria intuición de instituir los Encuentros Mundiales de las Familias que, desde el año 1994, y cada tres años, tienen lugar en un país diferente, para alimentar con un encuentro eclesial y pastoral el corazón pulsante de las familias en la Iglesia” explica para Vatican News Gabriella Gambino, Subsecretaria del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida. Se trata de encuentros con los que el Papa Wojtyła quiso dialogar y profundizar en la visión católica de las familias y ahora, siguiendo la misma línea, 28 años después, “el próximo Encuentro convocado por el Papa Francisco en Roma, en el año 2022, será sobre el “Amor familiar: vocación y camino de santidad”” señala la Dra. Gambino.

El Magisterio de San Juan Pablo II es un himno a la vida

“Con pasión, Juan Pablo II dedicó amplios capítulos de su Magisterio para mostrar al mundo la belleza y la centralidad de la familia” declara Gambino.

Es notable como en sus 26 años de Pontificado escribió numerosas catequesis y enseñanzas dedicadas a la familia. “En el fondo, el Magisterio de San Juan Pablo II, con la Carta a los niños, la Carta a las mujeres, sus inolvidables catequesis sobre el amor humano, sobre el matrimonio, sobre el papel insustituible de los padres y las madres, ha sido un himno a la vida, a la maternidad de cada mujer, a la tarea generativa de las familias y de cada persona humana que dice sí a la propia vocación”. Y es esta vocación de la que habla la Dra. Gambino “es precisamente a la que también hoy tenemos que recurrir para hacer felices a nuestros jóvenes, a nuestros hijos”.

De hecho, las primeras líneas de Familiaris Consortio las dirigió precisamente a ellos, a los jóvenes que están para emprender su camino para realizar un proyecto de familia, “para ayudarles a descubrir la belleza y la grandeza de la vocación del amor”. Para la Subsecretaria del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida se trata de un mensaje que no solo es actual, “sino que continuamente es corroborado por el Papa Francisco cuando nos recuerda que las familias cristianas no están llamadas a proponer un ideal abstracto e inalcanzable de por sí, sino a dar un sencillo y directo testimonio de la Gracia que impregna nuestra vida cotidiana, con los esfuerzos, los dolores, las alegrías y las conquistas de cada día, de lo que nuestras alianzas son un signo y un símbolo”.

Una ocasión para encender el amor por las familias

La Dra. Gambino invita a todos los cristianos a que este aniversario “sea la ocasión para encender en los corazones de todos nosotros, especialmente de nuestros pastores, el amor por las familias, trabajando por ellas, cuidándolas y apoyándolas como el Señor lo hace por su Pueblo”.