Misa por los niños no nacidos
Enviado por Emilio Alegre en Lun, 18/01/2016 - 19:19Muchos padres y madres que han caído en la tentación de abortar y los que han sufrido el aborto espontáneo de sus hijos, aún pueden hacer algo por ellos. También la Iglesia, que es madre, confía a los niños muertos sin Bautismo a la misericordia del Padre. Aunque estos niños no tienen que purificar las culpas de sus pecados personales, sí que puede la Iglesia encomendarles a Dios y consolar a sus padres, como se hace en la exequias de niños. Es posible dedicarles una Misa, como se hace por todas las personas que mueren, para presentar a esos niños a Dios.
Esto puede hacerse anualmente. Hay varias fechas que podrían ser adecuadas. Una buena es el día de la Presentación del Niño Jesús en el Templo, 40 días tras la Navidad, el 2 de Febrero (el tradicional día de la Candelaria). Es, además, la oportunidad de que estos padres que no han tenido oportunidad de rezar en la iglesia por sus hijos, puedan hacerlo. También quienes han participadio en abortos y se han arrepentido pueden tener ahí una ocasión de ofrecer una compensación por su pecado. La Iglesia puede mostrar así que considera a estos niños realmente como personas, y les encomienda, como hace con todo el que fallece. Es una obra de misericordia espiritual: "orar a Dios por vivos y difuntos".
La fiesta de la "Candelaria" hace mención a las "candelas", velas de cera que se bendicen ese día para recordar, como dijo Simeón cuando cogió al Niño en sus brazos, que Jesús es "Luz para alumbrar a las naciones". Hacemos así, de un hecho luctuoso, una realidad luminosa, y pedimos que Cristo ilumine a las naciones para expulsar la oscuridad del aborto. Las velas nos remiten al Cirio pascual que se enciende con la Resurrección de Cristo, el nacimiento a la nueva vida, y las velas que con esta luz se encienden en el Bautismo.
Es también la Purificación de la Virgen, la Purísima. Si la purificación de la mujer se debía al contacto con la sangre del parto, la Virgen estaría realmente exenta por el parto virginal. Sin embargo, ella se sometió a la prescripción, signo de su disposición a sufrir también por los dolores que le produciría la sangre de su Hijo en la Cruz, un sufrimiento inocente y corredentor.
Leemos en el Catecismo:
1261 En cuanto a los niños muertos sin Bautismo, la Iglesia sólo puede confiarlos a la misericordia divina, como hace en el rito de las exequias por ellos. En efecto, la gran misericordia de Dios, que quiere que todos los hombres se salven (cf 1 Tm 2,4) y la ternura de Jesús con los niños, que le hizo decir: "Dejad que los niños se acerquen a mí, no se lo impidáis" (Mc 10,14), nos permiten confiar en que haya un camino de salvación para los niños que mueren sin Bautismo.
1032 ...Desde los primeros tiempos, la Iglesia ha honrado la memoria de los difuntos y ha ofrecido sufragios en su favor, en particular el sacrificio eucarístico, para que, una vez purificados, puedan llegar a la visión beatífica de Dios.
"¡Oh Jesús mío, lleva a todas las almas al Cielo...!" (oración de Fátima).