Si hay algo que todo el mundo dice y en lo que todas las tendencias ideológicas y eclesiásticas están de acuerdo, es en que están a favor de los pobres, «opción preferencial por los pobres» los empobrecidos, los desfavorecidos, los hambrientos. Pero ¿quiénes son? ¿son los mismos pobres de Teresa de Calcuta que los del P. Ángel, por poner un ejemplo? No voy a pretender hacer una disertación teológica, sino una pequeña reflexión en alto de un tema tan manido y tan poco pensado, creo yo.
Aquellos que piensan en pobres de espíritu, entienden que es una simplificación hablar de pobres en sentido económico. Aquellos que piensan en pobres en sentido económico acusan a los primeros de escudarse en su pobreza espiritual para obviar a los necesitados.