Nuestra vulnerabilidad es la base de una ética del cuidado, especialmente en el campo médico,
que se expresa en la preocupación, la entrega, la participación compartida y la responsabilidad
hacia las mujeres y los hombres que nos han sido confiados para la asistencia material y
espiritual en su hora de necesidad. ― Bono de Samaritano