La perversión de la psicología

FUENTE: RELIGION EN LIBERTAD- MARIA JOSE MANSILLA - CUESTION DE VIDA

 

Leo en un artículo que en la nueva ley del aborto se contempla que las mujeres que interrumpan su embarazo (es decir, que aborten, porque el embarazo no se puede reanudar) tendrán derecho a recibir atención psicológica y sexológica, eso si, por supuesto con perspectiva de género, faltaría más.

 Que a las personas que han pasado por un aborto provocado les quedan profundas secuelas psicológicas (y no sólo psicológicas) es ya una realidad tan llamativa que no puede negarse y como no puede negarse entonces llega el momento de manipularla. Y la manera de manipularla es a través de las supuestas terapias, que lejos de ayudar y sanar a la persona, la hunden aun más en su miseria.

Apuesto a que se como van a ser: la convencen que lo único que esta mal es que sienta culpa o rencor y esa culpa viene de las fuerzas represivas habituales, es decir, la iglesia, los fascistas y la sociedad hereopatriarcal que la tiene sometida. Que se encuentre triste es un sin sentido y que piense que ha perdido un hijo una paranoia. Ella esta mal porque el varón es culpable y la ha violado, aunque ella haya dicho que si es si. Además, los bebes son muy perjudiciales para el cambio climático y consumen recursos energéticos lo cual es una falta de solidaridad imperdonable. Lo que en realidad la conviene es adoptar un perro (que no un hámster o un loro que eso ya está prohibido) y probar a tener relaciones poliamorosas con otras mujeres, con lo que el riesgo de un nuevo embarazo obviamente se reduce a cero.

Pensaran que estoy exagerando, pero lo triste es que no exagero, y lo se por las “terapias” que se están aplicando actualmente en el caso de abusos sexuales y de la llamada “violencia de genero”

En el caso de “violencia de genero” se utiliza la llamada “rueda de Duluth” (Rueda de poder y control le llaman en España a menudo) que es un modelo de actuación ideológico y no terapéutico. De hecho, no tiene base científica alguna y ha sido desarrollada por activistas, no por psicólogos ni terapeutas y sin embargo es obligatorio en veintisiete estados de EEUU y la ley prohíbe sustituirlo por otras metodologías que se ha comprobado que sí que dan resultados, simplemente porque esta sigue la ideología de género. El objetivo no es pues ayudar a la víctima de maltrato sino inocularla la ideología de genero y el feminismo radical en el momento que más ayuda necesita y en el momento en el que más débil psicológicamente se encuentra. 

En el caso de los abusos sexuales ocurre algo muy semejante. Veamos lo que dice una superviviente de abusos sexuales infantiles conversa sobre sus sesiones de terapia.

“Durante seis años, mientras sufría depresión suicida originada por los abusos busqué la ayuda de un famoso psiquiatra. 

Hay quien se sorprende de que un prestigioso doctor educado en prestigiosas universidades no pudiera diagnosticarme. La razón es sencilla, la ideología y su formación le lleva a ver la actividad sexual como cosa positiva al 100 por 100. Por eso no pudo observar conexión entre mi deseo de mutilación y mi adopción de una personalidad sexualmente agresiva. Nunca se le ocurrió que yo fuera víctima de abuso y que proyectara mi vulnerabilidad en una falsa personalidad. 

Nuestras sesiones eran como el sacramento de la confesión en reversa. Yo le contaba lo que hacia, en general ver y utilizar a otros como objetos sexuales y provocar que otros me vieran también como objeto. El psiquiatra expresaba su aprobación y me animaba a continuar.

Después de años de semejante terapia, al percatarme que mi dolor iba empeorando tuve la sabiduría de cambiar de psiquiatra. De todos modos, no fue hasta recibir la gracia de la fe en Cristo que mis pensamientos de autodestrucción empezaron a disminuir” (Dawn Eden – Mi paz os doy)

Y es que la cultura de la muerte no busca solo matar físicamente personas, sino destruirlas, destruirlas en su integridad: cuerpo, alma y espíritu.

El aborto destruye muchas vidas, la del bebé que pierde la vida, pero también la de madre, la del padre, la de los abuelos, la del médico, la de la enfermera…. la de todos los que están implicados en édl. Tenemos que pensar en las personas, las personas concretas que están sufriendo y padeciendo las consecuencias de esta cultura de muerte que nos esta engullendo.

Y la verdadera misericordia no esta en negar la evidencia, ni en quitarle importancia, ni en intentar culpar a otro o negar la culpa, ni mucho menos en negar la humanidad del bebé.La verdadera misericordia y la única manera de ayudar a las personas que han abortado nos la expresa de forma magistral san Juan Pablo II en la Evangelium Vitae 99, inspiración de Proyecto Raquel.

 “Una reflexión especial quisiera tener para vosotras, mujeres que habéis recurrido al aborto. La Iglesia sabe cuántos condicionamientos pueden haber influido en vuestra decisión, y no duda de que en muchos casos se ha tratado de una decisión dolorosa e incluso dramática. Probablemente la herida aún no ha cicatrizado en vuestro interior. Es verdad que lo sucedido fue y sigue siendo profundamente injusto. Sin embargo, no os dejéis vencer por el desánimo y no abandonéis la esperanza. Antes bien, comprended lo ocurrido e interpretadlo en su verdad. Si aún no lo habéis hecho, abríos con humildad y confianza al arrepentimiento: el Padre de toda misericordia os espera para ofreceros su perdón y su paz en el sacramento de la Reconciliación. Podéis confiar con esperanza a vuestro hijo que ahora vive en el Señor.” (Evagelium Vitae 99)