El Tribunal Supremo condena a los centros de aborto españoles por publicidad engañosa al ocultar las secuelas del aborto

Nueva victoria en los juzgados de Abogados Cristianos. En este caso, contra las clínicas abortistas.

El Tribunal Supremo confirma la sentencia de la Audiencia Provincial de Oviedo que condena a ACAI, la patronal de los centros de aborto, por publicidad engañosa al asegurar que el aborto es una práctica que no conlleva riesgos.

El Alto Tribunal da así la razón a la Fundación Española de Abogados Cristianos que denunció a ACAI por ocultar a las mujeres las secuelas que puede producir un aborto.

Ahora el Supremo confirma la sentencia de la Audiencia que condenó a ACAI a pagar las costas del proceso y a publicar la sentencia en su página web.

Hay que recordar que ACAI aglutina a la mayoría de los centros acreditados para realizar abortos en España. En la Comunidad de Madrid a Clínica Dator, El Bosque, Pacífico, Isadora, Callao, Policlínica Retiro y Sergine Médica; en Cataluña a Clínica Sants, Tutormédica, Casanova, y Centro Médico Aragón; en Andalucía a Clínica Ginealmería, Ginegranada, Ginesur, Ginecenter, Clínicas El Sur, Gynetrisur, Poliplanning y Clínica Triana; en Castilla y León a Clínica BuenaVista; en Comunidad Valenciana a Deia Médica; en Aragón a Clínica Actur; en Asturias a Belladona y Buenavista; en Castilla La Mancha a Clínica Cire e Iris Ginecológica; en Galicia a clínica Arce y en Murcia a Clínica Ginemur y Deltamédica.

La presidenta de Abogados Cristianos, Polonia Castellanos, anuncia que “ante la gravedad de la condena, remitiremos la sentencia a todas las consejerías de Sanidad de España para que rescindan cualquier contrato con los centros de aborto implicados”.

Insta a la ministra de Igualdad, Irene Montero, a “que se pronuncie sobre esta sentencia que condena a los centros de aborto por mentir a las mujeres”.

Castellanos insiste en que “hay que quitar las subvenciones y el dinero público a estas empresas que ponen en riesgo la vida de las mujeres para hacer negocio”.

Celebra que “por fin se ha hecho justicia contra una organización que, para obtener beneficio económico, ha mentido a muchas mujeres animándolas a abortar como si estuvieran libres de serias secuelas”.