Rompiendo mitos de los cuidados paliativos: «no es hablar de muerte»

FUENTE: FORUM LIBERTAS

Los cuidados paliativos son la gran alternativa para una cultura de la muerte solidificada en la eutanasia. Son procesos que ayudan a que las personas moribundas puedan irse sin sufrir. Un país sin unos cuidados paliativos sólidos no puede dar garantías.

El problema de España es precisamente ese, mientras que el Gobierno actual de PSOE y Podemos ha aprobado una Ley de la eutanasia, no lo ha hecho así con una Ley que regule los cuidados paliativos. 

Es por eso que cabe valorar iniciativas que ayudan a vivir el proceso de la muerte atenuando el dolor. En ese sentido, cerca de 240.000 pacientes han sido atendidos por el Programa para la Atención Integral a Personas con Enfermedades Avanzadas de la Fundación La Caixa. Si sumamos las familias que acompañaron a estos pacientes y que también recibieron esa atención profesional, la cifra se eleva a 500.000 personas.

 

En un artículo de Diario Médico, Soledad Valle pone en valor que ese programa arrancó con el convencimiento de que los cuidados paliativos integrales «pasan -inexcusablemente- por incorporar la atención psicosocial tanto para el enfermo como para sus familiares. ¿El corazón de esta atención? Los equipos de atención psicosocial, los conocidos EAPS, formados por médicos, psicólogos, enfermeros, trabajadores sociales, agentes pastorales y voluntarios».

Xavier Gómez-Batiste, médico cofundador de la Sociedad Española de Cuidados Paliativos (Secpal) está detrás del diseño de este modelo de atención que hoy tiene 45 EAPS trabajando en 135 centros sanitarios, 140 equipos domiciliarios y 137 residencias sin ánimo de lucro de 17 comunidades autónomas y Ceuta. Son más de 280 profesionales los que forman estos equipos que han sido formados para dar esa atención.

«La aportación al programa no es solo la de haber atendido a 500.000 personas, sino la de haber conseguido demostrar la efectividad, la eficiencia y la satisfacción que produce en los enfermos al final de la vida la atención psicosocial y espiritual», explica Gómez-Batiste. 

 

Por su parte, Valle explica que la ministra de Sanidad, Carolina Darias, y el presidente de la Fundación La Caixa, Isidro Fainé acaban de firmar un nuevo acuerdo para llevar el Programa para la Atención Integral a Personas con Enfermedades Avanzadas a todas las provincias españolas y a las dos ciudades autónomas».

Pero el horizonte que ve Gómez-Batista para este proyecto es más ambicioso todavía: «Antes de 20 años, evidentemente, esta atención debe estar integrada en la cartera de servicios del Sistema Nacional de Salud». Y añade: «Llamamos a las puertas de las autoridades para decir: oye, este es un derecho humano fundamental, la atención paliativa global, completa, que incluye a profesionales del ámbito psicosocial y espiritual. Y también les decimos que nosotros hemos identificado esto como necesidad y hemos desarrollado un modelo que lo resuelve bien».

En estos momentos, la Fundación La Caixa cubre entre el 30 y el 40% de las necesidades de esa atención paliativa integral, «aunque es muy variable según la comunidad autónoma», apunta.

 

Detrás de estos porcentajes y cifras hay personas que miran de frente a la muerte todos los días. Con su testimonio es más fácil entender de qué estamos hablando. Pero, ¿quién quiere hablar de su propia muerte? O, más difícil todavía, ¿quién en sus últimos días dedica tiempo a explicar cómo vive su final?

«También tienen voz en este reportaje los profesionales que cuidan y forman parte de estos EAPS y que también se preguntan: ¿Si esta atención no la diera La Caixa qué pasaría? ¿Realmente es un lujo tener un psicólogo y un trabajador social en estas unidades de atención paliativa?», se pregunta la autora del artículo. 

Estas iniciativas tratan de paliar el entorno de cultura de muerte que inaugura la Ley de eutanasia. ¿Es la única alternativa que da el Gobierno para el final de una vida con sufrimiento?